René Peña

René Peña (La Habana, 1957)

La fotografía de René Peña es un manifiesto para polemizar sobre la identidad de género, los estigmas sociales y la capacidad humana para asumir estados emocionales, bajo la sobriedad y la elegancia de los colores blanco y negro.

René Peña emplea su cuerpo como sujeto plural. No podemos asumir las obras como autorretratos meramente, porque su anatomía solo representa el medio/ el arquetipo idóneo para la demanda social, la introspección y la manera en que interactuamos con una imagen depurada de andamiajes y excesos visuales.

Desde la década de los 80, cuando la fotografía cubana tomó nuevos caminos, el artista irrumpió en la escena con imágenes de gran peso visual, que abrieron debates acerca de las conductas y pautas imperantes en los sistemas de pensamientos ya establecidos. Su deuda es con la sociedad, asegura René Peña, y de alguna manera casi todos hemos sido o somos cómplices de esa realidad.

Resulta impresionante la manera en que la artista trabaja las zonas de iluminación dentro de sus obras, donde podemos redefinir el cuerpo y su provocación onírica para la insinuación, la sutileza, la ambigüedad y la determinación de que estamos en presencia de una fotografía pensada para el deleite y la sugerencia.

Frase del artista: “Con mis fotos no pretendo explicar nada acerca de mí. No son autorretratos. Utilizo mi cuerpo como soporte de mis elucubraciones acerca de la sociedad”.


 

 

Pages

René Peña (La Habana, 1957)

La fotografía de René Peña es un manifiesto para polemizar sobre la identidad de género, los estigmas sociales y la capacidad humana para asumir estados emocionales, bajo la sobriedad y la elegancia de los colores blanco y negro.

René Peña emplea su cuerpo como sujeto plural. No podemos asumir las obras como autorretratos meramente, porque su anatomía solo representa el medio/ el arquetipo idóneo para la demanda social, la introspección y la manera en que interactuamos con una imagen depurada de andamiajes y excesos visuales.

Desde la década de los 80, cuando la fotografía cubana tomó nuevos caminos, el artista irrumpió en la escena con imágenes de gran peso visual, que abrieron debates acerca de las conductas y pautas imperantes en los sistemas de pensamientos ya establecidos. Su deuda es con la sociedad, asegura René Peña, y de alguna manera casi todos hemos sido o somos cómplices de esa realidad.

Resulta impresionante la manera en que la artista trabaja las zonas de iluminación dentro de sus obras, donde podemos redefinir el cuerpo y su provocación onírica para la insinuación, la sutileza, la ambigüedad y la determinación de que estamos en presencia de una fotografía pensada para el deleite y la sugerencia.

Frase del artista: “Con mis fotos no pretendo explicar nada acerca de mí. No son autorretratos. Utilizo mi cuerpo como soporte de mis elucubraciones acerca de la sociedad”.