Manuel Mendive

Manuel Mendive (La Habana, 1944), pintor, grabador y performer, Premio Nacional de Artes Plásticas, 2001.

Desde que el mundo existe, el hombre ha tratado de explicarse su presencia en la tierra, ya sea desde el arte, la ciencia, la filosofía o la religión. Los misterios le dan un sentido más profundo e intenso a lo que llamamos vida.

Manuel Mendive conoce los secretos del panteón yoruba y como buen estudioso revela que la conexión entre lo divino y lo corpóreo va más allá de lo imaginado, incluso de lo soñado.

Sus obras, de gran fuerza telúrica, nos conducen hacia la génesis misma de la creación. Para ello es preciso ampliar la mirada, quitarse los conceptos de encima y abrir el corazón.

Mendive domina el arte de la luz en sus piezas, siendo la luz uno de los elementos más influyentes en la pintura universal. Le concede a cada rostro la claridad necesaria como si los mismísimos rayos del sol penetraran en el lienzo ofreciendo una textura lo más parecida a lo natural.

Por otra parte, los colores se vuelven más tenues en algunas ocasiones, porque cada intención lleva un lenguaje diferente. El artista es un verdadero maestro en develar nuestra identidad como país. Sabe bien que es imposible explicar Cuba sin África y como nativo de la Isla, su sabiduría se encuentra muy ligada a las raíces del continente conocido como la cuna de la humanidad.

Si el observador se detiene con cautela ante sus pinturas, verá las partes convertirse en el todo,  ya que sus deidades no se encuentran sentadas en un trono ideal, más bien mezcla los dioses yorubas con los seres humanos. “Siempre están acompañándonos”, afirma el prestigioso pintor.

Mendive representa una figura clave en la historia del arte cubano contemporáneo, no solo por la calidad y autenticidad de sus obras, sino por ser un referente en el body art, la escultura, la pintura, la acuarela y cualquier formato creativo que demanden sus musas.

Su obras ha recorrido varias latitudes del mundo, entre ellas, África, Estados Unidos, Italia, Holanda, Suiza, Japón y otras países.

Frase de Manuel Mendive: “Mi obra tiene alas. Todo tiene su belleza, la noche, la luna, hasta en lo más feo hay algo bello”.

Manuel Mendive (La Habana, 1944), pintor, grabador y performer, Premio Nacional de Artes Plásticas, 2001.

Desde que el mundo existe, el hombre ha tratado de explicarse su presencia en la tierra, ya sea desde el arte, la ciencia, la filosofía o la religión. Los misterios le dan un sentido más profundo e intenso a lo que llamamos vida.

Manuel Mendive conoce los secretos del panteón yoruba y como buen estudioso revela que la conexión entre lo divino y lo corpóreo va más allá de lo imaginado, incluso de lo soñado.

Sus obras, de gran fuerza telúrica, nos conducen hacia la génesis misma de la creación. Para ello es preciso ampliar la mirada, quitarse los conceptos de encima y abrir el corazón.

Mendive domina el arte de la luz en sus piezas, siendo la luz uno de los elementos más influyentes en la pintura universal. Le concede a cada rostro la claridad necesaria como si los mismísimos rayos del sol penetraran en el lienzo ofreciendo una textura lo más parecida a lo natural.

Por otra parte, los colores se vuelven más tenues en algunas ocasiones, porque cada intención lleva un lenguaje diferente. El artista es un verdadero maestro en develar nuestra identidad como país. Sabe bien que es imposible explicar Cuba sin África y como nativo de la Isla, su sabiduría se encuentra muy ligada a las raíces del continente conocido como la cuna de la humanidad.

Si el observador se detiene con cautela ante sus pinturas, verá las partes convertirse en el todo,  ya que sus deidades no se encuentran sentadas en un trono ideal, más bien mezcla los dioses yorubas con los seres humanos. “Siempre están acompañándonos”, afirma el prestigioso pintor.

Mendive representa una figura clave en la historia del arte cubano contemporáneo, no solo por la calidad y autenticidad de sus obras, sino por ser un referente en el body art, la escultura, la pintura, la acuarela y cualquier formato creativo que demanden sus musas.

Su obras ha recorrido varias latitudes del mundo, entre ellas, África, Estados Unidos, Italia, Holanda, Suiza, Japón y otras países.

Frase de Manuel Mendive: “Mi obra tiene alas. Todo tiene su belleza, la noche, la luna, hasta en lo más feo hay algo bello”.