"No me interesa ser exclusivamente un artista técnico” (Parte I)

Irving Vera en Galería Máxima.
Irving Vera en Galería Máxima.

Irving Vera parece vivir casi siempre en otro mundo, en un universo alternativo donde la magia del dibujo parece atraparlo en cualquiera de las realidades.

Para él lo más importante es la poesía, pero no en su sentido más estricto o literal, sino que sus obras motiven, inspiren y sean capaces de transformar. Los que conocen a Irving saben que es un hombre tranquilo, observador, de mirada intensa. No da indicios de una mente agitada, pero el creador confiesa ser todo lo contrario. Afirma agitarse ante las tantas posibilidades que le brinda el lienzo en blanco, aunque necesariamente no tiene que ser este soporte, con una pared basta para plasmar su ingenio creativo.

¿Qué lo hace decantarse por el dibujo?

Creo que lo que más he hecho ha sido dibujo a la tinta, casi siempre en blanco y negro. También he hecho grafito y este que acabo de realizar ahora en Máxima, donde utilizo el pastel seco. Me he decantado, desde que estaba en la escuela por el dibujo, es una técnica súper inmediata y que requiere, relativamente, poca infraestructura y poca logística. Te permite plasmar de una manera muy directa lo que quieras. Siempre me he basado en la improvisación y también es un buen medio por las mismas razones: la facilidad de requerimiento en los materiales y la inmediatez en las emociones. Siempre me ha interesado trabajar dentro de límites muy estrictos, porque tiendo a ver demasiadas posibilidades en las cosas. Veo miles de caminos, miles de posibilidades y eso tiende a bloquearme. Necesito producir por una cuestión de ritmos internos, necesito realizar cosas para mi tranquilidad emocional o vivencial. A mí me gusta mucho la pintura oriental, la proveniente de China y de Japón. Es una pintura que se ha hecho prácticamente en blanco y negro.

Aparte de la pintura oriental ¿De cuáles fuentes ha bebido Irving Vera?

De la literatura japonesa, de la estética japonesa en general, por su puesto también de una buena parte de la poesía europea y algo de poesía latinoamericana y nacional. Borges me influyó mucho en una época. La vida me ofreció maestros en el país como Gabriel Calaforra, Gustavo Pita, Eduardo Ponjuan. También me influyó la tradición de haiku (mi investigación en la Universidad Autónoma de México (UNAM) es sobre ese género de la poesía japonesa), además de la poesía del romanticismo europeo, no ceñida a lo que fue el período romántico de la literatura, sino al romanticismo entendido como un énfasis en el aspecto emocional de la creación artística.

Hablando de poesía… la síntesis poética es una cualidad que podemos encontrar en su obra. ¿Siempre ha sido de esa manera?

Creo que es una cosa natural. Visualmente tiendo a hacer cosas sintéticas, se me da ese tipo de organización de las imágenes, a pesar de que me considero una persona complicada y es gratamente paradójico. Son los dibujos sencillos de una persona complicada, siempre tengo la cabeza llena cosas y sin embargo cuando dibujo es todo lo contrario. Es probable que haya ahí algún vínculo.

¿Cuán productivo puede ser Irving Vera?

Me ha costado tiempo darme cuenta que no soy un artista de estar produciendo constantemente y ha sido problemático para mí, porque el entrenamiento académico estaba enfocado a formar profesionales con una práctica sostenida. Me decían cosas como que “hay que dibujar diariamente”, “tienes que estar produciendo todo el tiempo”, “tan pronto acabes vuelves a empezar” y realmente necesito tiempo también para llenar el pozo de agua, como digo, para cargarme de experiencias que me nutran la parte poética. En mi caso no me interesa, para nada, ser exclusivamente un artista técnico. Lo poético es mucho más importante que lo técnico. Al final lo técnico se coordina cuando hay una intención poética fuerte.

Publicado 26/5/2021